Fue un día viernes, soleado, cálido. Habíamos concertado la visita previamente. Alrededor de las 16 horas ya andábamos cerca de la casa de Daniel. Antes entramos a un restaurante cercano a hacer tiempo. Queríamos respetar el horario propuesto. Tomamos un café y un jugo. Desde nuestra ubicación observábamos los movimientos de la vecindad. Todo se mostraba tranquilo, nada extraño (recordemos que Daniel se encuentra con prisión domiciliaria). Nuestros celulares ya marcaban las 16 (en Chile es el mismo horario que Argentina en los meses primaverales). Teníamos que cruzar la calle y dar unos pocos pasos más. Llegamos. Se trata de una casa típica de clase media. Tocamos el timbre, se abrió la puerta, era Daniel, que nos recibía con una sonrisa de oreja a oreja, y un rostro que reflejaba paz y tranquilidad. Nos invitó a pasar al living, dándonos la bienvenida. Ingresamos. Nos ofreció sentarnos y tomar un café o lo que gustásemos. Optamos tomar un vaso de agua.
Seguidamente nos presentamos y le hicimos llegar los saludos de les compañeres de Argentina: la Coordinadora Argentina por la Liberación de Daniel Jadue, APDH, las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA), etc.
Le preguntamos cómo se sentía. Nos respondió que en un principio, le fue duro, pero la situación cambió sustancialmente cuando pasó a prisión domiciliaria. Le entregamos la última edición de H, mostrándole la nota “Lawfare, arma de las políticas neoliberales, ¿Qué es lo que hay detrás de la persecución a Daniel Jadue?”. Le preguntamos qué muestras de solidaridad ha recibido y nos señaló que nunca se había imaginado tantas muestras de cariño, no solamente de los vecinos de Recoleta, la comuna de la que fue Alcalde, sino también del pueblo de Chile en general y de tantos otros lugares del mundo. Sorprendido. Inclusive del Vaticano, a través del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y Doctrina Franciscana (COPAJU), creado por el Papa Francisco.
Le preguntamos cómo viene su proceso judicial. Comenta que, al parecer, viene para largo. Aún asíes optimista. Piensa que lo más probable, se extienda hasta pasadas las elecciones presidenciales del 16 de noviembre de 2025 en Chile. Expresamos: ¡buscan proscribirte de esa forma!. Guarda silencio, la respuesta es obvia.
Mientras transcurre la entrevista, llegan vecinos a saludarlo. Visitas espontáneas que llegan sin avisar, dice (risas). Daniel les saluda, atiende y conduce al patio. Nos pregunta sobre Argentina. Le comentamos que está problemático, y que el rol que juegan las redes sociales y los dispositivos electrónicos es estimular el individualismo. Reflexiona y seguidamente dice lo que cree: “Argentina va siempre un paso más adelante que Chile y nos adelanta lo que se viene después”. ¿Como es eso? le preguntamos. Explica: en Argentina, el gobierno de derecha (2015 - 2019) fue pésimo, al poco tiempo después, en Chile surgió la revuelta, que cuestionó el neoliberalismo de Chile, y la gente se dijo: NO queremos ese desastre. Y así la derecha es derrotada y triunfó Boric en las elecciones 2021. Por tal intuye que, dada la perfomance lamentable del actual gobierno argentino, el pueblo chileno, dirá nuevamente: esa tragedia (Argentina) no deseamos para nuestra Patria. Por eso Daniel se considera relativamente optimista con respecto a las elecciones presidenciales del año próximo.
Lo que nos acababa de decir Daniel nos impactaba directamente a nosotres quienes venimos solidarizándonos con la lucha de nuestros hermanos chilenos. Su mirada no pareciera errada. Cómo nos ven los hermanos trasandinos: la brutalidad, inoperancia e ineficiencia de la derecha argentina asusta y es un mal ejemplo, una advertencia a los pueblos, se acerca la política de muerte, vaticina al necroliberalismo.
De nuevo el timbre y le planteamos: ¿recibes visitas al parecer continuamente? Ya en confianza, nos dice que para él lo mejor es coordinar las visitas con anticipación para poder recibirlos de la mejor forma. Sin embargo, la gente llega así sin avisar espontáneamente. Siempre está acompañado por su compañera, y permanentemente con compañeres de su partido que lo asisten. Le consultamos si podíamos grabar nuestra entrevista. Por razones obvias nos explicó que no era lo más conveniente.
A poco tiempo de cerrar nuestra cordial conversación, Daniel, retribuye sus agradecimientos y saludos enviándoles audios de whatsapp, usando nuestros celulares a algunos de nuestros contactos.
Durante el desarrollo de la conversación Daniel se mostró relajado y siempre con una sonrisa dibujada en su rostro. Fueron 40 minutos de fraternal y nutrida charla. Así como nos recibió, Daniel nos acompañó hasta la puerta. Fue en ese momento cuando ya nos íbamos, saliendo de la casa, cuando nos dimos cuenta que nos faltó “la foto”. Él mismo tomó la iniciativa. Nos pidió el celular. Nos acompañó hasta el living nuevamente. Buscó un lugar significativo de fondo: un cuadro de herraje artístico donde viven por siempre Violeta Parra y Pablo Neruda. Ahí, en ese rincón con alma y voz de pueblo, entre libros y bustillos de Marx y Lenin, en ese corazón de Patria, se inmortalizó la selfie. Con alegría y gran abrazo nos despedimos.
Caminamos unas cuadras buscando la estación de metro más próxima. Llegamos al centro de Santiago, hasta la Alameda, frente a la Casa de la Moneda. Nos convocaba una mesa de la Comisión Chilena por los Derechos Humanos con un grupo de compañeros que ese viernes hacían vigilia: “Yo te nombro”, la consigna. Y junto a ellos nos quedamos a nombrar (leer) largas listas de nombres de 17.000 niñas y niños asesinados en Gaza por las fuerzas armadas israelíes denunciando de esta manera el genocidio de palestinos.
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