El 28 de mayo de 1738 en Saintes, nace Joseph Ignace Guillotin. Hijo de Joseph Alexandre Guillotin y de Catherine Agathe Martin, Joseph Ignace fue un niño prematuro. Su infancia transcurrió tranquila, y pronto se reveló como un alumno aventajado con una cierta vocación religiosa. No obstante, la vocación religiosa le duró poco y se trasladó a París para estudiar Medicina. En 1770 se licenció y rápidamente adquirió fama de buen médico. En 1789 fue elegido como diputado por el Tercer Estado, lo que le convirtió automáticamente en un hombre de la Revolución que estalló ese mismo año.
En 1784 el gobierno francés le designó, junto a Benjamin Franklin investigar el magnetismo animal, supuestamente descubierto por Franz Mesmer.
En 1789 se convirtió en diputado de París en la Asamblea Constituyente francesa. Fue desde esa posición desde la que propuso el uso de la guillotina a la Asamblea Legislativa.
A pesar de esta propuesta, Guillotin era contrario a la pena de muerte, pero creía que un método de ejecución más humano y menos doloroso debería ser el primer paso hacia una abolición total de tales condenas. También intentó que las ejecuciones fuera vistas por menos familias y niños y de hecho, votó para hacerlas más privadas e individualizadas.
Una leyenda urbana afirma que ejecutaron al Dr. Guillotin con su propia máquina. Es falsa. La causa real de su muerte fue el carbunco en un hombro. Esta leyenda urbana pudo ser propagada debido al hecho de que una persona con apellido Guillotin, J.M.V. Guillotin, un doctor de Lyon, sí fue ejecutado por la guillotina.
El uso del epónimo para nombrar a la guillotina se hizo habitual. Algunos familiares llegaron a solicitar al gobierno que dejaran de usar su nombre para describir a la máquina, pero su esfuerzo fue en vano y tuvieron que cambiarse el apellido.
Tras una serie de experimentos en cadáveres, con el fin de perfeccionar el invento, la primera ejecución pública realizada bajo este método tuvo lugar el 25 de abril de 1792, el condenado era un bandolero acusado de asaltar varias diligencias. Entre 1792 y 1794, coincidiendo con el régimen de El Terror, la guillotina se convirtió en un funesto símbolo de la época.
En 1793, después de las ejecuciones de Luis XVI y María Antonieta, el invento, que aún no había sido bautizado de ninguna manera, recibió el nombre de Louisette. Finalmente, hacia 1800, triunfó el nombre definitivo de guillotina.
Producción Gráfica |
Servicios Web |
Asesoría en la prod. de textos |
Corrección |