Nació en Bagheria, provincia de Palermo, Italia, el 27 de mayo de 1956.
A los dieciséis años, Giuseppe Tornatore llevó a cabo la puesta en escena de diversas obras de teatro basadas en textos de Pirandello y De Filipo. A esa misma edad realizó su primer cortometraje, Il Carretto. La fotografía le proporcionó sus primeros contactos con la imagen y varios premios. En 1979 dirigió sus primeros documentales y colaboró con la RAI en programas como Retrato de un ladrón, Encuentro con Francesco Rossi y Escritores sicilianos y el cine: Giovanni Verga, Luigi Pirandello, Vitalino Brancati y Leonardo Sciascia. En 1982 obtuvo el Premio al mejor documental en el Festival de Salerno por Minorías étnicas en Sicilia. Desde 1978 a 1985 ocupó el cargo de presidente de la cooperativa cinematográfica CLTC. En su seno colaboró, en 1984, con Giuseppe Ferrara en Los cien días de Palermo, como coguionista y director de la segunda unidad.
Dos años más tarde estrenó su primera película, El profesor, basada en la novela de Giuseppe Marrazzo. Con esta biografía de un capo inspirada en la vida de Cutolo, Tornatore ganaría el premio al mejor director novel, concedido por el Sindicato Nacional Italiano de Documentalistas.
Tornatore alcanzó proyección internacional gracias a su segundo largometraje, Cinema Paradiso (1989). Los últimos años previos a la aparición de la televisión le sirvieron al director italiano para rendir un homenaje al cine, y equiparar una cierta muerte del medio con la muerte física y el renacimiento de un viejo cine de pueblo. Cinema Paradiso ganó el Oscar a la Mejor película extranjera. Los premios BAFTA, de la Academia Británica, fueron aún más generosos: mejor actor (Philippe Noiret), mejor actor secundario (Salvatore Cascio), mejor película en idioma extranjero, mejor banda sonora y mejor guión. Tornatore quedó, según sus propias palabras, desorientado por el éxito, y pasó alrededor de un año concediendo entrevistas, lo que asimiló como tiempo perdido.
Están todos bien (1991) recuperó a un Mastroianni en sus últimos momentos, emprendiendo un viaje a lo largo de la Italia contemporánea para buscar a sus cinco hijos. El abismo generacional, tratado con ironía, le concedió a Tornatore una nominación a la Palma de Oro de Cannes. También participó en un fragmento de La domenica especialmente (1991), que codirigían Giuseppe Bertolucci y Marco Tullio Giordana. Mucho más oscura y alejada de su título más comercial (Cinema Paradiso), Una pura formalidad se estrenó en 1994 con dos protagonistas de excepción: Roman Polanskiy Gerard Depardieu. Esta vez, el tratamiento de la historia se inclinaba por un estilo kafkiano, y Tornatore volvió a ser nominado a la Palma de Oro.
En 1995 Tornatore inventa una historia casi paralela a la de Cinema Paradiso. El hombre de las estrellas (1995) narra el periplo de un farsante cazatalentos que se alimenta de la esperanza de gentes sin cultura. También ambientada en Sicilia y en los años anteriores a la aparición de la televisión, tiene sin embargo un tratamiento más adulto, pues explora el placer de pagar por mirar.
En 1998, Tornatore terminó La leyenda del pianista en el océano, por la que ganó el David de Donatello al mejor director. Esta fue su primera película rodada en inglés. Protagonizada por Tim Roth, está basada en un monólogo dramático del novelista Alessandro Baricco, que cuenta la historia de un niño nacido en el mar, abandonado por sus padres y criado por marineros, que crece sin haber visto jamás tierra firme. Una película visualmente muy completa, aunque con un exceso en su tempo narrativo.
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