Nacido en Moscú, el 21 de octubre de 1945, Nikita Sergeyevich Mikhalkov-Konchalovsky proviene de una familia de renombrados artistas. Su padre, Sergei Mikhalkov, escribió el himno de la Unión Soviética y triunfó como escritor de libros para niños. Su madre, Natalia Konchalovskaya, escribía poesías y era hija de un pintor vanguardista. Su hermano mayor, Andrei Konchalovsky, se convertiría en prestigioso realizador de cine.
Desde siempre, Mikhalkov quería ser actor, por lo que de niño ingresó en el Teatro del Arte de Moscú, y posteriormente en la escuela Schukin, del Teatro Vakhtangov. Debutó en el cine con el drama Tuchi nad Borskom, de Vasili Ordynsky, aunque le dio un papel más extenso su hermano Andrei en Hogar de los valientes y Tío Vanya (1972).
Su carrera iba hacia arriba, y tenía posibilidades de convertirse en una estrella de la gran pantalla cuando decidió estudiar dirección, en la escuela de cinematografía del estado, como alumno de Andrei Tarkovsky, que ya había sido mentor de su hermano. Mientras estudia dirige un par de cortos, y posteriormente debuta como director de largometrajes con Amigo entre mis enemigos, insólito western rojo, tal y como se conocían a las réplicas soviéticas a las cintas de 'cowboys' de Hollywood.
Obtuvo el éxito internacional con la brillante Esclavo del amor, sobre un director que trata de finalizar un rodaje mientras se inicia la Revolución Rusa. Con Una pieza inacabada para piano ganó la Concha de Oro en San Sebastián. Poco después de protagonizar Siberiada, de su hermano, finalizó la romántica Cinco tardes, sobre una pareja separada durante la II Guerra Mundial.
Tras Parientes y Sin testigos, a finales de los 80 Mikhalkov se consagra a nivel internacional, sobre todo con Ojos negros, basada en relatos de Anton Chekhov, con un guión de Suso Cecchi d'Amico, la legendaria colaboradora de Luchino Visconti. El gran Marcello Mastroianni –premiado en Cannes y nominado al Oscar– interpretaba a un hombre que se enamora durante una temporada en un balneario.
Se hizo con el León de Oro en Venecia y con una candidatura al Oscar a la mejor película extranjera con Urga, sobre la vida una familia de pastores mongoles de la frontera entre Rusa y China. Posiblemente su film más redondo y conocido sea Quemado por el sol, donde él mismo interpretaba a un coronel cuya joven esposa se reencuentra con un hombre de su pasado, en la época de Stalin.
Mikhalkov pasó una década apartado de la realización. Además de ejercer como profesor de cine, se convirtió en el representante de la Unión de Cineastas Rusos. Volvió a ejercer su oficio en 2007 con 12, una curiosa adaptación a la Rusia moderna de la trama de 12 hombres sin piedad.
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