Finaliza Cumbre del G77 y China en La Habana
EMBACUBA Argentina
En el convulso mundo actual las naciones que lo integran se ven enredadas en una maraña de crisis mundiales, donde la pobreza va en aumento y el hambre es cada vez mayor...



La cumbre de jefes de estado y/o de gobierno del G-77 y China sobre “Los retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación” se realizó en La Habana, Cuba, los días 15 y 16 de septiembre de 2023.

El G77 y China, integrado por 134 naciones del Sur global, se fundó hace 60 años para remediar siglos de injusticia y abandono, y constituye el más importante grupo negociador de las Naciones Unidas. En el convulso mundo actual las naciones que lo integran se ven enredadas en una maraña de crisis mundiales, donde la pobreza va en aumento y el hambre es cada vez mayor.

En esta ocasión acudieron más de un centenar de delegaciones de los países miembros del bloque y de altos funcionarios de organismos internacionales, quienes debatieron sobre temas de índole política y económica de relevancia para las naciones en desarrollo.

En la declaración final reconocieron estar convencidos de la imperiosa necesidad de actuar unidos y reafirmaron la adhesión al espíritu, principios y objetivos del Grupo de los 77 y China.

Asimismo, expresaron preocupación por los injustos desafíos generados para los países en desarrollo por el actual orden económico internacional, que han alcanzado su expresión más aguda en la actualidad debido, entre otras cosas, a los persistentes efectos negativos de crisis global y de la pandemia de COVID-19, las tensiones geopolíticas y los conflictos militares; las medidas coercitivas unilaterales y otras múltiples crisis actuales; la fragilidad de la economía mundial; el aumento de la presión sobre los alimentos, la energía; el desplazamiento de personas; la volatilidad de los mercados; la inflación; los ajustes monetarios; la creciente carga de la deuda externa; el aumento de la pobreza extrema; el crecimiento de las desigualdades dentro de los países y entre ellos; y los efectos adversos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la desertificación, las tormentas de arena y polvo y la degradación del medio ambiente, así como las brechas digitales, sin que hasta ahora haya una hoja de ruta clara para hacer frente a estos problemas mundiales.

Subrayaron la urgente necesidad de una reforma integral de la arquitectura financiera internacional y de un enfoque más inclusivo y coordinado de la gobernanza financiera mundial, con mayor énfasis en la cooperación entre los países, incluso mediante el aumento de la representación de los países en desarrollo en los órganos mundiales de toma de decisiones y formulación de políticas, lo que contribuirá a mejorar las capacidades de los países en desarrollo para acceder a la ciencia, la tecnología y la innovación y desarrollarlas.

Rechazaron los monopolios tecnológicos y otras prácticas desleales que obstaculizan el desarrollo de los países en desarrollo. Los Estados que tienen el monopolio y el dominio en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, incluido Internet, no deben utilizar los avances de las Tecnologías de la Información y la Comunicación como herramientas de contención y supresión del legítimo desarrollo económico y tecnológico de otros Estados. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que fomente un entorno abierto, justo, inclusivo y no discriminatorio para el desarrollo científico y tecnológico.

Finalmente, acordaron solicitar al Presidente de la Asamblea General de a ONU que convoque a una Reunión de Alto Nivel sobre Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo, centrada en particular en las medidas que deben adoptarse para atender las necesidades de los países en desarrollo en estos ámbitos y declarar el 16 de septiembre como el Día de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en el Sur.



Participación de Cuba en la 78 AGNU

El presidente Díaz-Canel viajó a Nueva York e intervino ante una Cumbre Especial sobre el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y ante la 78 Asamblea General de las Naciones Unidas. Además de hacerlo en calidad nacional, en ambos espacios habló en nombre del Grupo de los 77 y China, organismo del que Cuba desempeña la presidencia pro tempore en 2023.

Una idea presente en ambos discursos fue la urgencia de “un nuevo y más justo contrato global” que incluya cambios en la arquitectura financiera internacional, para que todos los países puedan cumplir los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y la Agenda 2030.

Asimismo, instó a cambiar lo que no ha sido resuelto, el abusivo intercambio desigual, de la brecha científica tecnológica y la degradación del medioambiente.

Los países representados en el G77 y China -subrayó-, donde vive el 80% de la población del planeta, “no solo tenemos el reto del desarrollo, sino también la responsabilidad de modificar las estructuras que nos marginan del progreso global y convierten a muchos países del Sur en laboratorios de renovadas formas de dominación”.

“En pleno siglo XXI ofende a la condición humana que casi 800 millones de personas padezcan de hambre en un planeta que produce lo suficiente para alimentar a todos”, aseguró. “O que en la era del conocimiento y el desarrollo acelerado de nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, más de 760 millones de personas, las dos terceras partes de ellas mujeres, no sepan leer ni escribir”.

Es necesario –recalcó– que estos esfuerzos estén respaldados con acciones concretas de acceso a los mercados, financiamientos con condiciones justas y preferenciales, transferencias de tecnologías y cooperación Norte-Sur.

Díaz-Canel señaló que la arquitectura financiera imperante fue diseñada para lucrar con las reservas del Sur, perpetuar un sistema de dominación que acrecienta el subdesarrollo y reproduce un modelo de colonialismo moderno.

Los países del G77 han debido destinar 379 000 millones de dólares de sus reservas para defender sus monedas en 2022, casi el doble de la cantidad de nuevos derechos especiales de giros que les asignó el FMI y consideró necesaria la racionalización, revisión y cambio del papel de las agencias de calificación crediticias.

La mayoría de las naciones del G77 se ven compulsadas a destinar más recursos a gestionar el tema de la deuda que a inversiones en salud o educación.

“Mientras los países más ricos incumplen su compromiso de destinar al menos el 0.7% de su PIB nacional a la ayuda oficial al desarrollo, las naciones del Sur tienen que gastar el 14% de sus ingresos para pagar intereses asociados a la deuda externa”.

El presidente cubano recalcó que el G77 reitera su llamado a los acreedores públicos, multilaterales y privados para refinanciar la deuda a través de garantías de créditos, intereses más bajos y plazos de vencimientos más extensos.

“Insistimos en la instrumentación de un mecanismo multilateral de renegociación de deuda soberana, con una participación efectiva de los países del Sur, que permita un tratamiento justo, balanceado y orientado hacia el desarrollo”.

Sobre los efectos del cambio climático en las naciones en desarrollo, Díaz-Canel recordó que estos son las principales víctimas, mientras los países industrializados, “depredadores voraces de recursos y del medioambiente”, eluden sus responsabilidades e incumplen sus compromisos.

“De cara a la COP28, para los países del G77 serán prioridades el ejercicio del balance global, la operacionalización del fondo para pérdidas y daños, la definición del marco para el objetivo de adaptación y el establecimiento de una nueva meta de financiamiento climático, con pleno apego al principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas”, señaló.

Informó que el G77 está convocando a una cumbre de líderes del Sur, a celebrarse el próximo 2 de diciembre en el contexto de la COP28, en Dubái. “Será un espacio para articular las posiciones de nuestro grupo al más alto nivel en el contexto de las negociaciones climáticas”.

Para el G77 es tarea prioritaria cambiar de una vez los paradigmas de ciencia, tecnología y la innovación que se limitan a los entornos y perspectivas del Norte, privando a la comunidad científica internacional de un capital intelectual considerable.

El presidente cubano criticó la imposición de medidas coercitivas unilaterales. “No puedo pasar por esta tribuna mundial sin denunciar, otra vez, que hace 60 años Cuba sufre un bloqueo económico asfixiante, concebido para deprimir sus ingresos y nivel de vida, provocar escasez continua de alimentos, medicinas y otros insumos básicos y coartar sus potencialidades de desarrollo”.

“No existe acto alguno de Cuba que amenace la independencia de Estados Unidos ni su seguridad nacional, que lacere sus derechos soberanos, interfiera en sus asuntos internos o que afecte el bienestar de su pueblo. La conducta estadounidense es absolutamente unilateral e injustificada”.

También fustigó los planes de desestabilización interna contra Cuba promovidos desde Washington y Florida, así como la injustificada inclusión del país en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.

“A pesar de la hostilidad de su Gobierno, continuaremos tendiendo puentes con el pueblo de los Estados Unidos, como hacemos con todos los pueblos del mundo”, afirmó.

“Cuba no cejará en sus esfuerzos para impulsar el potencial creativo, la influencia y el liderazgo del G77”, aseguró al comentar la intención del país de presentar su candidatura al Consejo de Derechos Humanos de la ONU para un próximo periodo. “Nuestro grupo tiene mucho que aportar al multilateralismo, la estabilidad, justicia y racionalidad que hoy requiere el mundo”.


La cumbre de jefes de estado y/o de gobierno del G-77 y China sobre “Los retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación” se realizó en La Habana, Cuba, los días 15 y 16 de septiembre de 2023.

El G77 y China, integrado por 134 naciones del Sur global, se fundó hace 60 años para remediar siglos de injusticia y abandono, y constituye el más importante grupo negociador de las Naciones Unidas. En el convulso mundo actual las naciones que lo integran se ven enredadas en una maraña de crisis mundiales, donde la pobreza va en aumento y el hambre es cada vez mayor.

En esta ocasión acudieron más de un centenar de delegaciones de los países miembros del bloque y de altos funcionarios de organismos internacionales, quienes debatieron sobre temas de índole política y económica de relevancia para las naciones en desarrollo.

En la declaración final reconocieron estar convencidos de la imperiosa necesidad de actuar unidos y reafirmaron la adhesión al espíritu, principios y objetivos del Grupo de los 77 y China.

Asimismo, expresaron preocupación por los injustos desafíos generados para los países en desarrollo por el actual orden económico internacional, que han alcanzado su expresión más aguda en la actualidad debido, entre otras cosas, a los persistentes efectos negativos de crisis global y de la pandemia de COVID-19, las tensiones geopolíticas y los conflictos militares; las medidas coercitivas unilaterales y otras múltiples crisis actuales; la fragilidad de la economía mundial; el aumento de la presión sobre los alimentos, la energía; el desplazamiento de personas; la volatilidad de los mercados; la inflación; los ajustes monetarios; la creciente carga de la deuda externa; el aumento de la pobreza extrema; el crecimiento de las desigualdades dentro de los países y entre ellos; y los efectos adversos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la desertificación, las tormentas de arena y polvo y la degradación del medio ambiente, así como las brechas digitales, sin que hasta ahora haya una hoja de ruta clara para hacer frente a estos problemas mundiales.

Subrayaron la urgente necesidad de una reforma integral de la arquitectura financiera internacional y de un enfoque más inclusivo y coordinado de la gobernanza financiera mundial, con mayor énfasis en la cooperación entre los países, incluso mediante el aumento de la representación de los países en desarrollo en los órganos mundiales de toma de decisiones y formulación de políticas, lo que contribuirá a mejorar las capacidades de los países en desarrollo para acceder a la ciencia, la tecnología y la innovación y desarrollarlas.

Rechazaron los monopolios tecnológicos y otras prácticas desleales que obstaculizan el desarrollo de los países en desarrollo. Los Estados que tienen el monopolio y el dominio en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, incluido Internet, no deben utilizar los avances de las Tecnologías de la Información y la Comunicación como herramientas de contención y supresión del legítimo desarrollo económico y tecnológico de otros Estados. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que fomente un entorno abierto, justo, inclusivo y no discriminatorio para el desarrollo científico y tecnológico.

Finalmente, acordaron solicitar al Presidente de la Asamblea General de a ONU que convoque a una Reunión de Alto Nivel sobre Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo, centrada en particular en las medidas que deben adoptarse para atender las necesidades de los países en desarrollo en estos ámbitos y declarar el 16 de septiembre como el Día de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en el Sur.



Participación de Cuba en la 78 AGNU

El presidente Díaz-Canel viajó a Nueva York e intervino ante una Cumbre Especial sobre el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y ante la 78 Asamblea General de las Naciones Unidas. Además de hacerlo en calidad nacional, en ambos espacios habló en nombre del Grupo de los 77 y China, organismo del que Cuba desempeña la presidencia pro tempore en 2023.

Una idea presente en ambos discursos fue la urgencia de “un nuevo y más justo contrato global” que incluya cambios en la arquitectura financiera internacional, para que todos los países puedan cumplir los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y la Agenda 2030.

Asimismo, instó a cambiar lo que no ha sido resuelto, el abusivo intercambio desigual, de la brecha científica tecnológica y la degradación del medioambiente.

Los países representados en el G77 y China -subrayó-, donde vive el 80% de la población del planeta, “no solo tenemos el reto del desarrollo, sino también la responsabilidad de modificar las estructuras que nos marginan del progreso global y convierten a muchos países del Sur en laboratorios de renovadas formas de dominación”.

“En pleno siglo XXI ofende a la condición humana que casi 800 millones de personas padezcan de hambre en un planeta que produce lo suficiente para alimentar a todos”, aseguró. “O que en la era del conocimiento y el desarrollo acelerado de nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, más de 760 millones de personas, las dos terceras partes de ellas mujeres, no sepan leer ni escribir”.

Es necesario –recalcó– que estos esfuerzos estén respaldados con acciones concretas de acceso a los mercados, financiamientos con condiciones justas y preferenciales, transferencias de tecnologías y cooperación Norte-Sur.

Díaz-Canel señaló que la arquitectura financiera imperante fue diseñada para lucrar con las reservas del Sur, perpetuar un sistema de dominación que acrecienta el subdesarrollo y reproduce un modelo de colonialismo moderno.

Los países del G77 han debido destinar 379 000 millones de dólares de sus reservas para defender sus monedas en 2022, casi el doble de la cantidad de nuevos derechos especiales de giros que les asignó el FMI y consideró necesaria la racionalización, revisión y cambio del papel de las agencias de calificación crediticias.

La mayoría de las naciones del G77 se ven compulsadas a destinar más recursos a gestionar el tema de la deuda que a inversiones en salud o educación.

“Mientras los países más ricos incumplen su compromiso de destinar al menos el 0.7% de su PIB nacional a la ayuda oficial al desarrollo, las naciones del Sur tienen que gastar el 14% de sus ingresos para pagar intereses asociados a la deuda externa”.

El presidente cubano recalcó que el G77 reitera su llamado a los acreedores públicos, multilaterales y privados para refinanciar la deuda a través de garantías de créditos, intereses más bajos y plazos de vencimientos más extensos.

“Insistimos en la instrumentación de un mecanismo multilateral de renegociación de deuda soberana, con una participación efectiva de los países del Sur, que permita un tratamiento justo, balanceado y orientado hacia el desarrollo”.

Sobre los efectos del cambio climático en las naciones en desarrollo, Díaz-Canel recordó que estos son las principales víctimas, mientras los países industrializados, “depredadores voraces de recursos y del medioambiente”, eluden sus responsabilidades e incumplen sus compromisos.

“De cara a la COP28, para los países del G77 serán prioridades el ejercicio del balance global, la operacionalización del fondo para pérdidas y daños, la definición del marco para el objetivo de adaptación y el establecimiento de una nueva meta de financiamiento climático, con pleno apego al principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas”, señaló.

Informó que el G77 está convocando a una cumbre de líderes del Sur, a celebrarse el próximo 2 de diciembre en el contexto de la COP28, en Dubái. “Será un espacio para articular las posiciones de nuestro grupo al más alto nivel en el contexto de las negociaciones climáticas”.

Para el G77 es tarea prioritaria cambiar de una vez los paradigmas de ciencia, tecnología y la innovación que se limitan a los entornos y perspectivas del Norte, privando a la comunidad científica internacional de un capital intelectual considerable.

El presidente cubano criticó la imposición de medidas coercitivas unilaterales. “No puedo pasar por esta tribuna mundial sin denunciar, otra vez, que hace 60 años Cuba sufre un bloqueo económico asfixiante, concebido para deprimir sus ingresos y nivel de vida, provocar escasez continua de alimentos, medicinas y otros insumos básicos y coartar sus potencialidades de desarrollo”.

“No existe acto alguno de Cuba que amenace la independencia de Estados Unidos ni su seguridad nacional, que lacere sus derechos soberanos, interfiera en sus asuntos internos o que afecte el bienestar de su pueblo. La conducta estadounidense es absolutamente unilateral e injustificada”.

También fustigó los planes de desestabilización interna contra Cuba promovidos desde Washington y Florida, así como la injustificada inclusión del país en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.

“A pesar de la hostilidad de su Gobierno, continuaremos tendiendo puentes con el pueblo de los Estados Unidos, como hacemos con todos los pueblos del mundo”, afirmó.

“Cuba no cejará en sus esfuerzos para impulsar el potencial creativo, la influencia y el liderazgo del G77”, aseguró al comentar la intención del país de presentar su candidatura al Consejo de Derechos Humanos de la ONU para un próximo periodo. “Nuestro grupo tiene mucho que aportar al multilateralismo, la estabilidad, justicia y racionalidad que hoy requiere el mundo”.



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