Apenas dos meses han transcurrido desde el memorable encuentro de los argentinos con el presidente cubano Miguel Diaz-Canel Bermúdez en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Entonces, el mandatario cubano insistió- con toda razón- en que no existe fuerza en este mundo que pueda separar a cubanos y argentinos. Y es una afirmación totalmente cierta.

Las actividades que describe esta nueva entrega de Cubadiplomática reflejan - en buena medida- lo expresado en el apartado anterior. Febrero estuvo colmado de actividades en las que cubanos y argentinos compartieron momentos verdaderamente inolvidables.

Desde la esperada presentación del libro “Sinceramente” en la Feria Internacional del Libro de La Habana hasta la inauguración de una nueva casa de la amistad con Cuba en Tucumán, las historias de ambos pueblos se entrecruzan y proyectan como páginas de un libro predestinado a ser escrito a dos manos. Y si de libros se trata, La Habana espera dar ese abrazo apretado a Buenos Aires cuando en abril próximo la capital de todos los cubanos se luzca como ciudad invitada en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Forman parte indiscutible de este relato los sentimientos de solidaridad y admiración mutua entre nuestro pueblo y las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. Son lazos que mantienen una invariable vigencia, patentizada en los recientes encuentros sostenidos por la misión diplomática cubana con ambas organizaciones de derechos humanos.

Sólidas también se mantienen las relaciones con la provincia de Santa Fe, tierra natal del Che y sede de múltiples expresiones de solidaridad y amor por nuestra Isla. La reciente visita realizada a ese territorio por una delegación de la Embajada de Cuba, en la que se rindió merecido homenaje al exgobernador Jorge Obeid, ratifican esa realidad.

En la presente edición usted encontrará detalles sobre estas y otras actividades realizadas por nuestra embajada, que trabaja con renovados bríos, que viene a entregar su corazón, que se propone hacer valer la máxima martiana de que hacer es la mejor manera de decir.